Con frecuencia, cuando vamos a comer chatarra, pedimos que nos cambien las papas fritas por aros de cebolla (cuando hay).
Es mucho más frecuente hacer papas fritas en casa que aros de cebolla en casa, y la verdad, es que no es mucho trabajo. Veamos cómo se hacen.
Para preparar los aros de cebolla necesitamos:
- 1 cebolla blanca mediana o grande, ya que los anillos interiores se pierden para los aros de cebolla (pero se ganan para otros usos, sólo botemos lo indispensable).
- 1 huevo
- 2 cucharadas de harina
- 1 cucharadita de polvos de hornear
- Sal y aliños a gusto. Nosotros usamos un poco de merkén, usualmente.
- 1/2 taza de sémola.
- Aceite para freír.
El procedimiento es simple. Pelamos la cebolla y la cortamos en anillos, con cuidado de no romper los anillos al separarlos.
Batimos el huevo, harina, polvos de hornear, sal y condimentos para obtener un batido espeso, con una consistencia similar a la de los panqueques. Dispongamos la sémola en un plato extendido, y calentemos el aceite a una buena temperatura para freír (unos 180°C).
Pasamos los anillos de cebolla por el batido y luego por la sémola. De ahí vamos a freír. Freímos sólo hasta que los aros de cebolla se pongan dorados. Luego los pasamos a un plato con servilletas, toalla de papel o algo para absorber el exceso de aceite.
Sólo queda esperar a terminar de freír todos los aros y comérselos, por supuesto.
Variaciones de los Aros de Cebolla
Como todo en la cocina, los aros de cebolla se prestan para una plétora de variaciones. Algunas de ellas son:
- Cambiar la sémola por harina de maíz.
- Cambiar los condimentos del batido. Cualquier condimento en polvo sirve.
- Experimentar con distintas variedades de cebolla.
Y por supuesto, viene el mundo de las salsas: ketchup, salsa BBQ, mostazas varias, salsa tártara… la lista es prácticamente interminable.