Debido a la flojera que nos da salir, nos hemos especializado en preparar sánguches en casa, y fíjense que es una actividad muy placentera, jejejeje.
El pan nos ha tomado un poco de tiempo en su entendimiento y perfeccionamiento, y a continuación les contamos nuestras conclusiones al respecto:
Actualización, cinco años después: Hemos seguido aprendiendo y las cosas han avanzado desde aquí.
- Definitivamente de levadura. El pan de polvos de hornear es rápido y satisfactorio para un desayuno, pero por el hecho de tener poco amasado le falta esa estructura y esa elasticidad propia del pan con levadura.
- El tiempo de leudado es parte del diseño. Para sánguches de poco ingrediente, o de ingrediente seco, poco tiempo de leudado para que no se infle mucho. Para sánguches que requieren gran capacidad de absorción de salsas, jugos y similares, más tiempo de leudado.
- El horno bien caliente. Aquí nos gustan los panes de corteza dura y crujiente. Los hemos obtenido horneando el pan en horno caliente. A temperaturas menores la corteza no cruje, y la preferimos crujiente. Por supuesto, también es parte de un diseño.
- Freír el pan en la sartén. Es una buenísima cosa freír los lados interiores del pan en la sartén en que preparamos el relleno del sánguche. Así las reacciones Maillard hacen más de su magia, y además se da una protección extra contra el sobrerremojado.
Esas son algunas de nuestras observaciones.
¿Ustedes hacen su pan de sánguche en casa?