Es sabido que los estadounidenses son excelentes para convertir todo en un procedimiento.
Es sabido también que el hot-dog, tal como lo conocemos hoy en día (o sólo creemos conocerlo) proviene de esas tierras, a fines del siglo XIX.
Es, entonces, con un grano de sal, que compartimos contigo, y sólo contigo, estas reglas de la etiqueta del hot-dog, traducidas y adaptadas nada menos que del Concilio Nacional del Hot Dog y la Salchicha. Parece broma. No lo es.
Los “Sí” del Hot-Dog
- Sirve los hot-dogs en pan normal, con sésamo o con semillas de amapola. El pan con tomate seco o albahaca se considera desmañado.
- Cómete el hot-dog con las manos. Los cubiertos nunca deberían tocar el hot-dog.
- Sirve los hot-dogs en platos de papel o de uso diario. La porcelana es inaceptable.
- Lame los restos de salsas de tus dedos después de terminar tu hot-dog.
Los “No” del Hot-Dog
- No pongas ingredientes entre el pan y la salchicha. Siempre viste al perro, no al pan.
- No utilices servilletas de género para limpiarte al comer hot-dogs. Las de papel son preferibles.
- No te comas un hot-dog en más de cinco mordiscos. Si es uno de esos extra grandes, puedes comértelo en siete.
- No dejes restos de pan de hot-dog. Cómete todo el pan.
- No decores el plato del hot-dog con hierbas… ¿pero con papas fritas sí?
- No utilices ketchup si eres mayor de 18 años. Mostaza, relish, cebolla, queso y chili sí son aceptables.
- No tomes vino con los hot-dogs. La cerveza, la limonada y las gaseosas son perfectamente adecuadas.
- No pienses que existe un momento inadecuado para servir hot-dogs.
Hay reglas interesantes y otras no tanto. La del ketchup nos parece dictatorial, y la del vino… cada uno sabrá con qué acompañar lo que come.
¿Tienes alguna regla o consejo de etiqueta para preparar y comer hot-dogs que quieras compartir con nosotros?