Una de las cosas interesantes de andar viajando es la inclinación hacia la comida de calle. En este caso el tema son los excelentes sandwiches de pollo deshilachado que comimos en distintas partes de Perú.
El sandwich de pollo, ya sea de carrito o de local es bueno.
Un poco de pollo deshilachado, una lechuga saludo a la bandera y papitas hilo crocantes, más tomate opcional, palta opcional y mayonesa casi obligatoria constituyen prácticamente un leitmotiv de desayuno en nuestros paseos por diversas ciudades del Perú.
Una técnica interesante es que frecuentemente el pan no se parte entero, sino que se deja una “bisagra” en un extremo, no sabemos si para poner menos relleno o para facilitar la manipulación (o ambas).
Bueno, barato, y quizá como única crítica, a veces pequeño.