Fue un conciliábulo –adecuadamente celebrado en el Lomit’s– en el que todos los conspiradores comimos sandwiches.
Yo me comí una gorda completa, que reúne características que la hacen deseable en ciertos momentos.
- Precio. Es el “sándwich” de verdad más económico.
- No ubicuidad. Cuando se va a un lugar que “trabaja” la gorda es bueno aprovechar.
- No excesiva. Mientras que churrascos y lomitos pecan de exceso, es raro que la gorda lo haga.
Esta vez fue pedida en marraqueta, lo que en el Lomit’s suele ser una decisión acertada. Esta vez también lo fue.
Mi única crítica al Lomit’s es la mayonesa. Desde que lo conozco usan mayonesa “de mentira” (esa afirmación podría dar inicio a una investigación cuyos resultados probablemente no nos gustarían). Esta vez tenía aspecto de Kraft o similar. El resto estuvo perfecto. Los otros comensales manifestaron también su satisfacción con sus elecciones.
PD: A eso de las 18:30 el Lomit’s es un lugar muy agradable, sin las multitudes que se ven a la hora de almuerzo.