Nos gustan los brownies y ya hemos hablado de ellos.
Hoy volveremos, una vez más, a hablar de ellos. Tenemos una receta nueva, que hasta que nos entusiasmemos con otra, será nuestra receta estándar de brownies, o negritos, si así lo prefieres.
Es una receta muy simple, y para variar, la parte más difícil es la de esperar que se enfríe para poder comérselo.
La parte crítica es utilizar un buen cacao en polvo amargo. Aquí la hemos probado con distintas marcas locales (estamos en Ecuador) y siempre nos ha salido bien. El cacao es maravilloso en este país.
Manos a la obra.
Ingredientes
Estos ingredientes son para un molde de 30 cm. de diámetro, lo que es manifiestamente insuficiente. Haz 2 ó 3 si tus comensales (o tu misma) lo requieren.
- 3/4 taza de azúcar (180g)
- 1/2 taza de aceite vegetal neutro (110g)
- 2 huevos (100g)
- 2/3 de taza de cacao amargo en polvo (60g)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (5g)
- 3/4 taza de harina (120g)
- 1,5 cucharaditas de polvos de hornear (7g)
Procedimiento
- Precalentar el horno a 180°C
- Batir aceite, azúcar vainilla y huevos hasta que casi no se vean cristales de azúcar.
- Añadir el cacao tamizado.
- Batir hasta incorporar.
- Añadir la harina tamizada junto con los polvos de hornear e incorporar no batiendo sino que revolviendo suavemente, con movimientos envolventes.
- Verter en el molde forrado con papel de hornear.
- Hornear a 180°C por 20 minutos.
- Dejar enfriar completamente.
- Cortar y comer… o sólo comer.
Una vez que fuimos capaces de no comérnoslos todos de una sola sentada, descubrimos que mejoran de un día para otro, reposando en una bolsa cerrada herméticamente, por ejemplo, en esas bolsas tipo ziploc.
