Quizá el amor más elevado que existe es el amor por el plátano frito. Bueno, quizá no, pero qué manera de ser bueno. Nos encantan los patacones, chifles y otras formas de consumir plátano frito.
El otro día encontramos aceite de palma rojo en el supermercado. Compramos una botella y desenterramos un par de recetas de comida de Ghana, que recordamos con gran cariño gastronómico. Comenzaremos por el Kelewele, plátano especiado y frito.
Es una receta verdaderamente muy simple:
Ingredientes
- 2 plátanos maduros grandes
- 1 cucharada de jengibre fresco rallado
- Ají en polvo o en pasta a gusto
- El jugo de 1 limón
- 1/4 de taza de agua
- 1 cucharadita de sal
Preparación
Mezclar jengibre, ají, jugo de limón, agua y sal en un bol hondo.
Picar el plátano en cubitos o en cuartos, dependiendo del tamaño del mismo y mezclar bien con las especias, limón y agua ya preparados.
Calentar aceite de palma, o aceite del que haya, en verdad, y freír en tandas, tratando de que los trozos de plátano no se toquen entre sí. Esto quiere decir que vamos a trabajar en tandas.
Si no están friendo en mucho aceite, conviene dar vuelta el plátano mientras de fríe, si están en una freidora u olla más profunda basta con moverlos para que se frían homogéneamente.
Puede que haya que ir salando los plátanos tras freír cada tanda, eso es cosa de gusto personal.
Eso es el kelewele, no tiene más ciencia que esa. Es delicioso.
En la foto de abajo aparece junto a un guiso de porotos (fréjoles) y tomate llamado Red red.
Las especias del kelewele permiten una serie de variaciones: canela, anís, clavo de olor, nuez moscada… es cosa de experimentar.
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