Paseando por la hermosa ciudad de Cuenca le preguntamos a unos amigos por los mejores sándwiches (o sánduches) de la ciudad. Nos mencionaron dos. Uno de los mencionados fueron los sánduches del mono.
Fuimos.
Entramos, pedimos un sánduche de pernil para llevar y rápidamente nos entregaron el sándwich en una bolsa de papel. Nos fuimos comiendo por la calle.
Son unos sánguches de pernil de cerdo, que sólo tienen pan y abundante pernil de cerdo, bien caliente. El pan es pequeño, similar a una frica, de unos 10 cm. de diámetro. Hay una salsa de ají muy sabrosa disponible para que quien así lo desee le agregue.
Son maravillosos. La sensación es como comerse un lomito de la Fuente Alemana de Santiago de Chile pero en pequeño.
El valor del sánduche es de USD 1,50, o sea alrededor de luca.
Definitivamente es un lugar recomendable para quienes estén en Cuenca y quieran ampliar su acervo sanguchístico.