Este postre se denomina, según se prefiera: suspiro limeño, suspiro de limeña o suspiro a la limeña.
Su origen es precisamente en Lima, Perú durante el siglo XIX, y el nombre supuestamente es porque es suave y dulce como el suspiro de una mujer. El problema es que esa génesis del nombre deja un flanco abierto a lo empalagoso, a lo pegajoso, y preferimos no seguir. Sobre todo porque se nos ha acusado de no entender los suspiros de las mujeres.
Volvamos a lo que nos ocupa:
El suspiro limeño es un manjar blanco preparado convenientemente con leche condensada, leche evaporada, yemas y vainilla; cubierto por un merengue aromatizado con canela y oporto.
Ingredientes
Para el manjar:
- 1 tarro de leche condensada
- 1 tarro de leche evaporada
- 5 yemas
- 1 cucharada de esencia de vainilla
Para el merengue:
- 5 claras
- 1/2 taza de azúcar
- 1/4 taza de oporto
- Canela molida para espolvorear
Preparación
Después de unos 45 min. a una hora, cuando esté espeso y color caramelo, el manjar está casi listo. Apagamos el fuego y lo dejamos reposar unos 10 minutos.
Batimos las 5 yemas, las mezclamos con la vainilla, y las vertemos sobr eel manjar, revolviendo para homogeneizar antes de que se cocinen.
Vertemos sobre moldes o en una fuente y nos abocamos a la preparación del merengue.
Lo primero que hacemos es mezclar azúcar y oporto y llevar a fuego bajo hasta que hierva y se reduzca un poco.
Mientras esto sucede, nos encargamos de las claras.
Finalmente ponemos el merengue sobre el manjar.
Sólo nos queda enfriar en el refrigerador hasta que esté frío pero no demasiado.