Dimos un taller de empanadas chilenas a particulares en Nayón. Como chilenos nos encanta tener la posibilidad de difundir el patrimonio culinario de Chile (y de comer empanadas, por supuesto).
No conocíamos Nayón, así es que el curso nos sirvió para ampliar un poco nuestros horizontes. Nos encantó la zona, y a Marell la sedujo la abundancia de viveros.
Taller de Empanadas Chilenas
Tuvimos la felicidad de llegar a una casa equipada con un excelente horno de barro, lo que le dio ese leve toque ahumado a las empanadas que tan bueno es. Las alumnas muy interesadas, y nos ayudaron a mejorar el manual del curso viendo errores de digitación, ingredientes fantasmas y otras sugerencias, que agradecemos.
Empanadas de pino
Comenzamos no con la masa, sino con el pino, para darle tiempo a que los sabores se casen. Carne molida, carne picada, cebolla, ajo, ají de color, comino, hierbas (que se sacan) y algún espesante, sin olvidar el vino blanco.
Mientras el pino reposaba, pasamos a la masa. Todo el mundo estuvo “con las manos en la masa” para aprender la textura correcta y cómo amasar.
Luego viene el relleno y el doblado.
Una vez listas, al horno precalentado.
Empanadas fritas
Mientras se horneaban las empanadas de pino comenzamos con las empanadas fritas, que son un poco distintas.
Freímos empanadas de queso y de camarón queso. No hay muchas fotos, porque entre el cuidado con la fritura y que nos las comimos velozmente, hubo poco tiempo para fotografiar.
Mientras freíamos, estuvieron listas las empanadas de pino, y tras dejarlas enfriar prudentemente, nos las comimos.
No olvidemos el excelente café.
En resumen, un excelente taller en el que conocimos gente muy agradable, hicimos buenas empanadas chilenas, comimos y nos entretuvimos.
Que se repita.